Muchas veces, nos habéis hecho llegar vuestras dudas sobre cómo puede afectar a vuestro hijo, la crianza bilingüe. Para aclarar las dudas, nos hemos puesto manos a la obra y esto es lo que hemos aprendido.
¿Criar a un niño en más de un idioma lo confunde?
Esta es la más común de las ideas equivocadas. Según Barbara Zurer Pearson, autora de Raising a Bilingual Child “Después de tan sólo días de haber nacido, todos los bebés pueden diferenciar varios idiomas”, sobre todo, si se trata de idiomas muy distintos (Español y Árabe, por ejemplo). En idiomas con una fonética más similar, los niños, tardan más en diferenciarlos, aunque a los 6 meses, ya son totalmente capaces.
Los miedos se originan cuando los niños mezclan el vocabulario de ambos idiomas. Esto es absolutamente normal. Los expertos al respecto aconsejan no corregir a los niños en estos casos. Si lo que se confunde, es la estructura gramatical, sí debemos corregir, pero respondiendo usando es misma estructura de forma correcta. Por ejemplo (y extrapolamos a cuando nuestro hijo monolingüe lo hace): Si nos dice “no cabo” en lugar de “no quepo”, deberemos responder “Vaya, yo tampoco quepo”.
¿Criar a un niño bilingüe provoca retrasos en el habla?
Verdad. Los niños bilingües tardan un poquito más en empezar a hablar en comparación con los niños monolingües, aunque esta diferencia, no es importante en el desarrollo, no debe preocuparnos.
¿Cuándo empezamos a hablarle en las dos lenguas?
Nunca es demasiado tarde, sin embargo, el periodo óptimo, parece situarse entre el nacimiento y los 3 años, justamente cuando el niño está aprendiendo su primer lengua.
Los expertos señalan, que desde los 6 a los 10 meses los niños ya empiezan a filtrar los sonidos correspondientes a las lenguas con las que tiene contacto y desechando, aquellos que el niño no encuentra en su entorno. De ahí, la preferencia de exponer al niño a un segundo idioma desde su nacimiento.
¿Cómo lo hacemos?
Para que un niño sea bilingüe se considera necesario que al menos un 20% de la actividad comunicativa real del niño, tenga lugar en la otra lengua. Es importante, señalar aquí, que los idiomas se aprenden mediante el diálogo, es decir, aprovechando las escenas del día a día donde podamos hablar con los niños: hora de la comida, hora del cambio…
Otro aspecto muy importante, es que cada progenitor le hable solamente en la lengua escogida (con mamá puedo hablar castellano, con papá puedo hablar inglés). Es importante que esto sea así, puesto que la utilización de los dos idiomas de manera alternativa, por parte de uno de los progenitores, puede crear confusión.
Para conocer un poquito más sobre el aprendizaje del habla, os dejamos con el documental Baby Human – Hablar, está dividido en 5 partes, esperamos que os guste.
Hasta pronto 🙂