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¿ POR QUÉ LE DUELE LA TRIPA A MI NIÑO ?

By 29 de enero de 2018diciembre 13th, 2021No Comments

⁃ ¡Mamá, me duele la tripa!

¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase en casa? Y, ¿cuántas veces no hemos sabido el por qué, la causa de sus molestias o encontrar la mejor solución?

Identificar el motivo del dolor de estómago de tu niño puede ser trabajo difícil. La clave está en enfocarse en el área donde dice y señala que le duele, y en reconocer otros síntomas que puede o no tener. 

Si se queja de dolor de estómago después de las comidas, pero no presenta otros síntomas, probablemente se debe a que comió en exceso. Sin embargo, si aparte del dolor de estómago tiene fiebre, vómitos y/o diarrea, es muy probable que tenga algo más serio. 


¿Qué es lo que le puede hacer sentir ese dolor?
Uno de los problemas estomacales más comunes en los niños pequeños es el estreñimiento.

Ayudar a tu niño dándole suficiente líquido durante el día. Cuando esté muy estreñido, procura darle alimentos que produzcan deposiciones más blandas, por ejemplo, avena, pera, ciruela, o guisantes.
Si tiene dificultad para ir al baño, acude a su médico, pues le puede recomendar un lubricante, un supositorio, etc.

A Su vez, los gases también son otra causa muy común de dolor abdominal. Quizá uno de los dolores más agudos en niños sea por este motivo. 

Por otro lado, la gastroenteritis se debe a la inflamación del estómago y de los intestinos causada por una infección viral o bacteriana. 

Si ésta hace que llegue a vomitar o tenga diarrea acompañada con fiebre y pérdida de apetito, esto podría derivar rápidamente en una deshidratación. Por lo tanto, es muy importante que te asegures de darle mucho líquido para evitar que esto suceda.


También el resfriado, por increíble que parezca, podría causarle dolor de estómago a tu hijo. Ya que mucha de la mucosidad que se produce durante las enfermedades respiratorias baja por la garganta y cuando los niños tragan, podría provocarle irritación en el estómago. 

Finalmente, no debemos descartar que pueda ser intolerante a la lactosa. Esto sucede cuando el cuerpo de una persona no produce suficiente lactase, una enzima que necesitamos para digerir la lactosa, que es el principal tipo de azúcar que contiene la leche. 

Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden ser: náuseas, diarrea, retortijones, sensación de hinchazón y gases. 

Por lo general la intolerancia a la lactosa aparece comúnmente más adelante, durante la infancia o adolescencia, y no cuando son tan pequeños.
En cualquiera de los casos, debemos acudir a nuestro pediatra para descartar posibilidades y resolver el asunto cuanto antes, para evitar que vaya a más.